A lo largo y ancho de toda la investigación que descubrimos en la vida cotidiana, nos encontramos con indicadores externos para la calificación de la raza de nuestro perro.
Estas particularidades pueden coincidir o no con el verdadero origen de nuestra mascota.
Las razas de perros se identifican por su linea de sangre, por el árbol genealógico de dicha raza y en los perros de trabajo por la propia linea de trabajo de la misma.
Estos indicios y la contribución del criador nos dará la certeza de que nuestro perro sea de pura raza.
El falso mito viene dado por él boca a boca o por la información dada por algunos criadores dueños y propietarios de tiendas de mascotas. El paladar de un cierto color, una marca en alguna parte del cuerpo o la falta de espolones, son los rasgos en ocasiones equívocos de la limpieza de dichas razas.
Para la correcta calificación de nuestro amigo, deberemos consultar a especialistas certificados que nos darán la correcta información genética y genealógica de la raza.
Muchas veces un perro de pura raza erróneamente adiestrado o educado puede darnos un perro problemático y agresivo.
De todas formas y para que quede claro el perro no necesita ser de pura raza para que sea un perro fiel, trabajador, amigable y cariñoso.
Nuestra aportación como parte de la vida del perro influirá en su desarrollo como mascota.
¿Sabes con certeza que tu perro es de pura raza?
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